martes, 17 de junio de 2014

EDICTO SIN VALIDEZ LEGAL

El siglo XX se fue
se acabó el mundo / fin de estos mundos
pero a ti, Poesía, no te ha ocurrido nada.
Unos mocetones de chaquetas de cuero
y las muchachas rubias furiosas y felices derrumbaron
y bailaron día y noche sobre el muro de Berlín.
El Capitalismo se ha quedado sólo como un boxeador
 [del Bronx,
y los guantes puestos
brincando y haciendo fintas ante su fantasma contrincante
mientras llega a su fin…
Sólo, a ti, Poesía, no te pasa nada,
estás intacta, en tu mismo lugar como Troya
eternamente
 destruida e inalterable
Y en todas partes,
en todos los lechos nupciales,
en los hoteles y moteles de paso
y pura, sin mancha, inmaculada.
Ya nadie cree en nada ni descree
pero cuando sueltas tu lengua profética
superas toda predicción o cumplimiento
vives en témporas de Adviento.
Los jerarcas se corrompen antes de morir.
Los caudillos se momifican en su mula
pasan los imperios. Los Alejandro Magno,
los césares, los zares, papas y papisas
y tú, Poesía, siempre tan campante como el Johnny Walker…
Primeros ministros, premieres,
reyes de industria, diputados, magistrados,
magnates, novios de clubes, asociaciones,
capos, círculos hípicos donde ellos son lo mejores
 [ejemplares…
Se emborrachan pero jamás alcanzan la embriaguez ni
 [el olvido,
acaso el vómito.
—A la Poesía no le ha ocurrido nada:
inmaculada su concepción
y más pura y limpia su ejecución:
perfecta su dentadura,
el dibujo de sus labios,
el mentón con una cicatriz apenas perceptible
una herida que se hizo en el baño de la infancia
los salientes óseos de sus pómulos
cálida y sabrosa su boca y su lengua
como fruta jugosa al mordisco
que se derrama en sabores y saliva.
A la Poesía nunca se le ponen las tetas flácidas
y esto que tiene siglos, cualquier edad,
ha amamantado a toda la especie
 y sus furtivos amantes
le han lengüeteado, succionado
y mordido levemente, con los dientes delanteros,
sus pezones erectos.
Pasará la globalización,
el neoliberalismo que es
neoconservatismo,
los BM, el FMI, el CAFTA
y la Poesía estará fresca,
como mujer recién salida del baño
llena de gracia y de gotas de agua
preocupada acaso por un marchito heliotropo
o como una amada oscura en la noche oscura,
empozada en oscuridad
y con los dientes como estrellas del cosmos.
Es verdad que la Poesía no es nada fácil
—como ser amante de nueve musas ninfómanas o locas
 [seguidas—
La poesía profundiza toda herida,
mete sus dedos en la llaga del costado
y te masajea el muerto corazón
y lo revive
acentúa el magenta del moretón
deshabita el mundo para que te asomes a la soledad y la
 toques con tus mismas manos
alarga las noches del alma y del cuerpo
y sus ojos son más iracundos y brillantes
que los de alguien que acaba de matar.
La Poesía mata, malmata
ocasiona la muerte súbita o lenta,
deliciosa agonía
interminable eyaculación entre el infinito de tus piernas
pero no moriremos del todo,
ya lo decía Horacio, Propercio,
el perverso adolescente que volvió con un cáncer en
 [la rótula,
procedente de Abisinia
ya lo decía Apollinaire que disparó su cabeza como bala
 [de cañón
para hacer repicar las campanas el día del
Armisticio
la Poesía es toda la resurrección
la resurrección de la carne
la resurrección del cuerpo
un par de muslos, un par de tetas, un par de nalgas bien
puestas.
Poesía acuéstate con mi alma
y levántate con ella
lávale los dientes y la boca, aliento puro, fresco,
nada de fetidez
péinale las crenchas
y veámonos en el espejo y comprobaremos que
 [somos igualitos.
Todo ha pasado, todo pasará,
el salvaje capitalismo y
 el socialismo salvaje,
el FMI, el BM, la Casa Blanca,
el Vaticano y hasta el papa Juan Pablo II morirá
 [después que
 tú y yo,
el Kremlin con su roja muralla bicorne,
los muros que caen y otros que se levantan
las Torres gemelas, la Gran Manzana
mordida y rodando en una cuneta de Nueva York
Me valen los megamillones,
los megasalarios, los megacorruptos, las megas…
 Estoy estaré viviré desnudo
Sólo me importas tú
 y tú y tú
y nadie más que tú
Poesía, pureza, purísima, intacta, incorruptible
como el cadáver de los santos y santas que jamás serán
 canonizados.
Poesía ni siquiera el tiempo, los siglos han pasado.
Sólo me importas tú y tú y tú
Y solamente tú.


Managua, diciembre de 2004

domingo, 15 de junio de 2014

VARIACIÓN DE UNOS VERSOS VALLEJEANOS


En una silla de ruedas, doblegada la nuca
levanta sus ojos alertas y angustiados:
parkinson y 83 años.
El mentón, la testa, las manos tiemblan incesantemente.
Con todo, su semblante figura un apacible corazón.
Está ahora tan dulce
y tan limpio, tan blanco como sin memoria
si hubo algo en él de alegre
me hizo creer desde mi infancia que fui yo…
Desde su lecho de agonizante
demandando a tíos y tías, primos circundantes
maletas, boleto, asiento, vuelo
hacia donde Alejandro,
México, D.F.,
Ave. Universidad 408, zp 12
Su última pregunta a mi madre fue sobre Alejandro,
¿Sabrá este muchacho hacerse
el nudo de la corbata?
Desde que nos íbamos a separar,
antes de la enfermedad, disimulando la congoja,
entre la espuma de afeitar y la brocha,
frente al espejo y la navaja
en la siesta dominical
como un patriarca me bendecía al partir
y me señalaba el camino…
Con quebradas palabras altas y lagrimones discretos
Yo niño /
 adolescente
 o joven primero
con el cayado, la mochila y la calabaza
rompí a llorar.
Hace treinta y tantos años y tanto
de esta separación:
el Abuelo se marchó se marchó primero
y yo siempre suelto
el llanto, fluye, mana
más allá de hace treinta y tantos años y tantos.

Masaya, 25 de noviembre de 2005

lunes, 9 de junio de 2014

SI NOS SALVARA UNA CORBATA AZUL CELESTE

En noviembre de 1975
 / abordé un taxi
que yo necesitaba que fuera un bólido,
que acelerara y se metiera ya
 bajo los pasos a desnivel
y saliera raudo por las dobles vías de las pistas.
Ya,
llegar ya
al aeropuerto de México,
Ver el reloj una vez más y otra
 Ya
al mostrador
un asiento
ya
En ÁREA DE FUMADORES O NO FUMADORES
ya ventanilla
 / ya pasillo
Todo mi equipaje era una maleta de mano
y aunque vestía un terno negro
y chaleco rata
Una corbata azul celeste que me regalaste
 Palacio de Hierro de Insurgentes
Porque me dijiste que yo necesitaba
un jirón o un pedazo de cielo
 al cuello
Noviembre, aeropuerto,
un corazón largamente elegíaco,
Una elegía por el mundo
quiero llegar antes
que la muerte no me deje besar la frente de mi padre,
Voy, vuelo, corro
Yo voy arrollado
Y sólo Carmen Elena previó
anudarme un jirón de cielo al cuello
Ya ya alzamos vuelo,
Velocidad y altura de crucero
Para adelantarme a la muerte aunque voy
2 whisky con agua mineral y un grano de hielo
2 whisky con agua mineral y hielo
talvez cuando aterrice nos encontremos y sobre una
 [tumba abierta,
abierta como mi corazón o tu boca se salve el amor, el
 [jirón, el pedazo azul de cielo
Porque la muerte congela todo, porque sólo el Amor nos
 [redime de la muerte
Un doble de whisky con agua mineral.

México, D.F., 1976

martes, 3 de junio de 2014

APERTURA DEL TESTAMENTO DE MAMA CHA

Vino a mi oscuridad una paloma
Ciega, no encendí fuego antes.
No recité el ensalmo.
Vino para decirme: no es verdad
Que yo no te ame tanto. Mi madre
Despertará sobresaltada. La noche es
una estrella grande que se hizo oscura.
Le dije: Paloma ciega de una 
ceguera pura. Y recobró la vista.
                                Pero quién dirá la palabra,
Ahora que está muda
Y no puede decirla.
E.M.S.

Sin remisión alguna que había perdido la infancia
Un mediodía  me comunicaron por teléfono
y todo se me cerró, el estomago, quedé sin ganas, sin hambre
Volví el rostro atrás y en Masaya
No quedaba nadie ni nada,
 ni la lora desplumada y cana con su corvo pico antiguo,
-- Margarita moviéndose de un extremo a otro
  en el trapecio de  su jaula de hierro extinguida.

Ya no hay vida para empezar sino para terminar:
Ni los rizos de Nohelia corriendo,
Ni el barro rojo de las mejillas de mi hermana…
Ni las cacerías fantásticas de Raulito…
Ni el llanto de Francisco Xavier o de Juanita

Ya no hay nacimientos, Belenes con sus constelaciones,
Ni rayos dorados enredados en el musgo de la cueva,
pequeños rebaños de corderos y pastores.
Sólo queda esperar, esperar tu propia ausencia. La mía.

Quizá el Amor y mis hijos,  que conociste sin ver,
 me devuelvan el sentido y los cinco sentidos,
Porque he quedado rotundamente desheredado.

Expulsado de un tiempo todo en sagrado en la calle El Calvario:
 Natividad, Cuaresma con semana Santa,
 Cuando esparcías sobre la calle de tierra mojada
 las flores desechas con aserrines de colores, mora, cedro, corozo
 para  las alfombras del Nazareno.
Junio  con el corazón santo como una vela
 o un farol rojo  bajo los aguaceros.

Barrio con su adivino, un niño, quizá hidrocefálico
            objeto de peregrinaciones de comarcanos
para saber futuros, desastres, catástrofes, sequías,
 malas lunas, números de lotería…

Ya no podrás aspirar a la entrada el olor a reseda del jardín,
Ni el arbusto de jazmines  de Castilla despedirá su aroma
Todo cubierto como una novia con su velo de  florecitas blancas.

Sordo no escucharé ni el juego de beis  de papa Ramiro,
ni el ladrido del Mavis

Mama Cha ya no dirá que soy su epifanía
El niño más lindo, un prodigio
Echado en el suelo dibujando en pliegos de papeles,
Buscando el rostro de Cristo.

Ya no podré gustar ni los icacos en miel,
ni el quesillo de donde la Toña  
Ni el mango mechudo derivando su verde al rojo amarillo.

Ya no podré tocar lo que se ve y no se toca,
pero se quebró la quilla de la barca de Jesús
y él quedó caminando sobre las aguas.

Ya no me podré hojear el librote de  la Divina Comedia de Dante
            con los feroces demonios y torbellinos de alas de ángeles de Doré
Ni me veré junto al cilindro de porcelana que purificaba el agua.

Ya no me ves ni te veo
como si hace más de 40 años hubiéramos perdido la vista,
Digo, ya no soy el  muchachito con tus botitas
Recostado en el mundo que era el regazo de la mama Cha,

Se rompió el hilo de la palometa
Y el viento la habrá arrastrado hasta los bajaderos
de la laguna de Masaya.

Tiraste muy duro del cordelillo de la granada
Colgada  en el centro del arco triunfal de frutos
Y la paloma entre una lluvia de confetis y papelillo
Voló libre, batiendo y sacudiendo las alas, desesperada en aquel momento en que recobrabas la luz, la visión, tus ojos, la vista.
¿Dónde te habrás posado?
¿En qué alero me estarás arrullando en estas tardes de verano ?
O acaso te remontaste hasta el hombro de Dios padre
Que te debe de estar alimentando con granos de trigo en su mano.
Paloma en vuelo, gongolona, paloma gorda, invento de la ternura
 me dejaste  sin infancia,
 dejándome al borde de los duelos y quebrantos
Próximo también no a volar sino a partir cojeando.
Pasó una paloma y tu niño- viejo apenas pudo divisar su vuelo.



Masaya, 15 de mayo de 2O12.

jueves, 15 de mayo de 2014

CASA MORTUORIA


Las cámaras de sangre negra
                                               Con  frecuencia.
La casa para morir:
Blanca 
 Hondas hacia arriba
las tejas de barro y las soleras
Unas cuantas sillas,
                                   Unos vecinos.
 Unos visitantes
El aposento entreabierto
                                   De noche las altas paredes son más altas
Y más encaladas
Donde se recortan las sombras de médicos y galenos
y salen,
van y vuelven los facultativos
a una luz de acetileno.
Algún sollozo falso.

NO VALE EL ARREPENTIMIENTO,
LA GRACIA  NO  LIMPIA LA CULPA.
 NI LA MISERICORDIA DEL PADRE,
NI EL HIJO ABIERTO EN CRUZ
 NI LOS DONES DEL  ESPÍRITU
 PERDONAN A QUIEN MATA UNA VIDA
 PARA EL AMOR…
HAS MATADO MI VIDA PARA EL AMOR.
PARA ESE PECADO NO HAY PERDÓN…

--Escribe!
-- Escribe!
Escribe en grandes letras
Esas palabras de Ibsen y cuélgalas  a los pies de mi catre…

Y ahora  que vengan los fantasmas,
los buitres ensangrentando las rampas
 y calles empedradas con la sangre de mi frente,
el viejo enfurecido y calvo, desollado,
 con su piel sanguinolenta en las manos

La malvada  bruja de ojos torvos,
Suele  su mirada como la de los demonios de Dante           
Está feliz de mi amargura

Ah, pero como una ráfaga de viento fresco
Has venido tú,
me miraste con tus mismos ojos
 de cuando yo era niño:
Tus trenzas, tu huipil de mangas de popa, tu rebozo…
Qué tranquilidad, que reposo…


Que saquen los 14 litros de suero
  la cantidad de agua turbia, amarillenta que quieran
No tengo nada.
No tengo que testar.
Soy un hombre a quien le saquearon el corazón,
Saquen el corazón,
La esperanza, la ternura. Para qué vivir.
Cámaras de  sangre negro.
 Cámaras negras por donde  ya voy, donde me iré.
            La mascarilla de yeso,
la autopsia…
Nada es blanco ni paredes ni sábanas.
Un silencio,
una respiración semi agitada, un seco estertor en la garganta
 una expiración
Y una debilidad de siglos.
El último azoramiento del cisne entre el charco.




León, febrero de 1916 2005