viernes, 25 de enero de 2013

Hermano Prodigo

Mementos de vivos y difuntos (2008)
Para Juan Carlos
...En quien, no obstante, te habrías podido reconocer porque es en todo semejante a ti.
—No, no la semejanza entre nosotros es más profunda.
—Hermano mío: yo soy el mismo que tú eras al partir.
—¿No lo has comprendido? Tú mismo, ¿no me das valor para partir?
—Vamos: bésame, hermano mío; llevas contigo mis esperanzas. Sé fuerte. Olvídanos,  olvídame. Si pudieras no regresar.
André Gide

Primo hermano, más bien, hermano: revives en ti mis años,  y en mi madre que casi es la tuya, el gozo y la esperanza que fui, yo, que ya soy declarado un caso perdido. Porque  según los tuyos y míos no sirvo para nada; los poetas son vagos, ebrios, se mueren de hambre... Más tarde  comprenderás esto que te digo, cuando escuches la plástica  de los viejos.  Ahora que soy mi ausencia, ahora que soy ceguedad de aquella nuestra casa, ten pupilas para los narcisos cabeceando en los vientos de febrero, si quiera acaricia el lomo de mis libros, es pellejo grabado con fierro, títulos y nombres. Y se tú el único que me veas atizando, como arrullo maligno o silbo temeroso de ser sorprendido, para que te quemes, Brasa de vida, en eso que yo no sé, pero que eres. La libertad te arrase, te deje como hombre sin raza, capaz de darle de cachetadas al mundo. Allí están  las chispas, mete tus manos al fuego. 


México, D.F., marzo de 1973

jueves, 24 de enero de 2013

miércoles, 23 de enero de 2013

Se presenta el pajaritero


1

Yo soy mi casaca tirada al basurero por el insolente Cabildo Real,
yo soy mi sombrero de palma cuajado de malinches,
yo soy mi máscara   de madera: tres rayas incisas en cada mejilla,
   boca    jalada, mentón muy salido, nariz chata y debajo
 de los ojos un par de hendijas.
En los hombros me echo un cusuco muerto,
sobre el pecho me tercio una iguana cargada de huevos
y en la espalda me cruzo un garrobo tieso
Entonces yo ya no soy el ser que era
  sino el Pajaritero, El Viejo que no sabe nada
  o ha olvidado todo.
Pero que por obra y gracia del baile y del habla,
recobra la más perdida memoria. Sabe hasta lo que ignora,
suelta la lengua a contar y cantar sola...
(Ya como Pajaritero, antes de guiar a la cuadrilla de bailantes,
antes de comenzar la danza,
vuelvo a mi calidad de hombre levantándome la máscara
y me bebo a los teotes:
una jícara de chicha fuerte,
otra jícara de chicha de maíz fermentado,
otra toma de chicha fresca.
Una calavera de gato...
Así es como descienden los dioses /
así se me acuerpan los dioses /
así me entiendo con los dioses 
así me asiste y protege el Santo.
así distingo las 400 voces
del zenzontle y las de los otros pájaros
que poseen tantas como plumas
  Cuerpo para el vuelo / cuerpo de su canto.
La vida de los pájaros es vuelo que se abre,
en órbitas, rutas, ondas, vaivenes sobre el aire.
Todo en ellos es una aspiración de altura:
   Hasta los tonos más dulces y altos.
Flores con plumas, con picos, con alas, llaman al agua /
se quedan viendo al sol y a su ronda de estrellas
   te divisan desde lejos
Desde arriba y anuncian tu llegada: revolotean, cantan y perfuman,
 y casi de ellas no sobrevive nada).