El siglo XX se fue
se acabó el mundo / fin de estos mundos
pero a ti, Poesía, no te ha ocurrido nada.
Unos mocetones de chaquetas de cuero
y las muchachas rubias furiosas y felices derrumbaron
y bailaron día y noche sobre el muro de Berlín.
El Capitalismo se ha quedado sólo como un boxeador
[del Bronx,
y los guantes puestos
brincando y haciendo fintas ante su fantasma contrincante
mientras llega a su fin…
Sólo, a ti, Poesía, no te pasa nada,
estás intacta, en tu mismo lugar como Troya
eternamente
destruida e inalterable
Y en todas partes,
en todos los lechos nupciales,
en los hoteles y moteles de paso
y pura, sin mancha, inmaculada.
Ya nadie cree en nada ni descree
pero cuando sueltas tu lengua profética
superas toda predicción o cumplimiento
vives en témporas de Adviento.
Los jerarcas se corrompen antes de morir.
Los caudillos se momifican en su mula
pasan los imperios. Los Alejandro Magno,
los césares, los zares, papas y papisas
y tú, Poesía, siempre tan campante como el Johnny Walker…
Primeros ministros, premieres,
reyes de industria, diputados, magistrados,
magnates, novios de clubes, asociaciones,
capos, círculos hípicos donde ellos son lo mejores
[ejemplares…
Se emborrachan pero jamás alcanzan la embriaguez ni
[el olvido,
acaso el vómito.
—A la Poesía no le ha ocurrido nada:
inmaculada su concepción
y más pura y limpia su ejecución:
perfecta su dentadura,
el dibujo de sus labios,
el mentón con una cicatriz apenas perceptible
una herida que se hizo en el baño de la infancia
los salientes óseos de sus pómulos
cálida y sabrosa su boca y su lengua
como fruta jugosa al mordisco
que se derrama en sabores y saliva.
A la Poesía nunca se le ponen las tetas flácidas
y esto que tiene siglos, cualquier edad,
ha amamantado a toda la especie
y sus furtivos amantes
le han lengüeteado, succionado
y mordido levemente, con los dientes delanteros,
sus pezones erectos.
Pasará la globalización,
el neoliberalismo que es
neoconservatismo,
los BM, el FMI, el CAFTA
y la Poesía estará fresca,
como mujer recién salida del baño
llena de gracia y de gotas de agua
preocupada acaso por un marchito heliotropo
o como una amada oscura en la noche oscura,
empozada en oscuridad
y con los dientes como estrellas del cosmos.
Es verdad que la Poesía no es nada fácil
—como ser amante de nueve musas ninfómanas o locas
[seguidas—
La poesía profundiza toda herida,
mete sus dedos en la llaga del costado
y te masajea el muerto corazón
y lo revive
acentúa el magenta del moretón
deshabita el mundo para que te asomes a la soledad y la
toques con tus mismas manos
alarga las noches del alma y del cuerpo
y sus ojos son más iracundos y brillantes
que los de alguien que acaba de matar.
La Poesía mata, malmata
ocasiona la muerte súbita o lenta,
deliciosa agonía
interminable eyaculación entre el infinito de tus piernas
pero no moriremos del todo,
ya lo decía Horacio, Propercio,
el perverso adolescente que volvió con un cáncer en
[la rótula,
procedente de Abisinia
ya lo decía Apollinaire que disparó su cabeza como bala
[de cañón
para hacer repicar las campanas el día del
Armisticio
la Poesía es toda la resurrección
la resurrección de la carne
la resurrección del cuerpo
un par de muslos, un par de tetas, un par de nalgas bien
puestas.
Poesía acuéstate con mi alma
y levántate con ella
lávale los dientes y la boca, aliento puro, fresco,
nada de fetidez
péinale las crenchas
y veámonos en el espejo y comprobaremos que
[somos igualitos.
Todo ha pasado, todo pasará,
el salvaje capitalismo y
el socialismo salvaje,
el FMI, el BM, la Casa Blanca,
el Vaticano y hasta el papa Juan Pablo II morirá
[después que
tú y yo,
el Kremlin con su roja muralla bicorne,
los muros que caen y otros que se levantan
las Torres gemelas, la Gran Manzana
mordida y rodando en una cuneta de Nueva York
Me valen los megamillones,
los megasalarios, los megacorruptos, las megas…
Estoy estaré viviré desnudo
Sólo me importas tú
y tú y tú
y nadie más que tú
Poesía, pureza, purísima, intacta, incorruptible
como el cadáver de los santos y santas que jamás serán
canonizados.
Poesía ni siquiera el tiempo, los siglos han pasado.
Sólo me importas tú y tú y tú
Y solamente tú.
Managua, diciembre de 2004
No hay comentarios:
Publicar un comentario